Cierta vez, uno de los alumnos más brillantes de la clase de piano, le dijo a su maestro: ¿Porqué tengo realizar prácticas tan lentas por periodos de tiempo tan prologandos? Como es sabido, cada maestro enseña a sus alumnos a practicar primero de una forma lenta, por ende, esto al fina produce unos resultados simplemente maravillosos.
Sin embargo, el explicar el “porqué” no es tan fácil como puede parecer. Finalmente, el maestro utilizó la metáfora que te cuento a continuación. Esta metáfora funcionó tan bien con este alumno que he deseado compartirla, a lo mejor sirva de inspiración a otros maestros.
Cualquier niño e incluso cualquier persona siente admiración por un equilibrista. Entonces, el maestro le preguntó a su alumno si él podía caminar sobre una cuerda. Luego le dijo que Blondin (un equilibrista) cruzó caminando sobre un cable las cataratas del Niágara. (En este punto los ojos y oídos del alumno estaban bien abiertos). Luego le preguntó si podía caminar sobre una cuerda estirada sobre el suelo. El alumno respondió que por supuesto que podía.
Bueno, ¿Podría caminar sobre una soga? Seguramente. El maestro continúa, supón ahora que suspendiéramos la soga tan sólo unos centímetros por encima del suelo, ¿sentirías miedo de intentarlo? Desde luego que no, responde el alumno. Si podía caminar de modo seguro a unos centímetros del suelo, también podría hacerlo desde 50 centímetros de altura sin correr ningún peligro. Luego un metro, y así sucesivamente, le explica el maestro.
¿Porque? Verán, es sólo cuestión de confianza. Cuando estás seguro de poder hacer algo, la altura no es problema alguno. Lo mismo ocurre con la música; cuanta más confianza adquieras
tocando piezas lentamente, entonces no tendrás miedo de interpretar las más rápidas. La mayoría de los pianistas más refinados que conozco practican regularmente a un tiempo lento, tan sólo para adquirir confianza.
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