agosto 14, 2008

Pensando en Voz Alta...

Contra Corriente. Lo confieso, ese es el nombre que hubiera querido para este blog. Pero sucede, que ya hay algún blog con ese nombre. Hubiera querido otro nombre que diera la misma idea, contra la corriente, quizá. O algún otro nombre que diera la misma idea, el mismo sentir. Confieso que mi mente tampoco me ayudó mucho. Entonces entre prueba y prueba, quedó al fin el nombre que ya tiene.

Contra Corriente. Me gusta. Me gusta la idea que da. El sentimiento que nace dentro de mí. Ir contra corriente es ser único, exclusivo, diferente. Es ser especial, no del montón.
Una chica dijo: Todos se ríen de mí porque soy diferente, Yo me río de los demás, porque todos son iguales. Ser diferente en un mundo encaminado a lo mismo en actitudes y ética, a fuerza de ser sincero, no es fácil.

Ser diferente, es refrescante. No dejarse llevar por lo que la mayoría cree o dice, sino tener convicciones propias. No ceder a la presión social, no doblegarse ante la presión de los amigos, sino ser firme en propósitos.

Negarse a mentir, cuando todos los demás lo hacen. Negarse a utilizar un lenguaje obsceno, procaz y bajo, cuando todos los demás lo hacen. Negarse a "enriquecer" tu lecho matrimonial con terceras personas, cuando la gran mayoría lo hace. Negarte a desperdiciar tu vida, cuando millones la desperdician de millones de maneras. Negarte a regalar tu cuerpo, cuando la gran mayoría lo hace. Negarte a rebajarte a una condición animal, solo por placer y deleite cuando todos los demás lo hacen. Negarte a aceptar el standard moral actual tan bajo cuando se ha vuelto tan normal. Eso es ir contracorriente.

Mostrar una contracultura que muestre una mejor forma de vida, eso es ir contracorriente. Alexis Carrel dijo: El sentido moral es de gran importancia. Cuando desaparece de una nación, toda la estructura social va hacia el derrumbe. La falta de moral y principios éticos y cristianos es lo que nos está llevándo hacia la destrucción de una sociedad cada vez más fría y conformista.

Mientras todo el mundo se derrumba, ¿que estamos haciendo nosotros por detenerlo?. Pues no mucho, pero deberíamos por lo menos intentarlo. La tarea no es fácil, más bien parece una odisea; pero eso no quiere decir que no sea posible.

Comencemos por lo primero, nosotros mismos. Alguien dijo: Queremos cambiar el mundo, pero no somos capaces de cambiarnos ni siquiera a nosotros mismos. Vaya, que frase más directa y sincera.

Y, ¿Qué tal si comenzamos ahora mismo? Claro. ¿Porqué no?. Las cosas buenas no deben dejarse para mañana. Mañana no tiene ningún poder. Hoy, Hoy, palabra poderosa. Hoy, mientras podemos. Hoy mientras respiramos y nuestro corazón aún late.

¿Qué te parece? ¿Comenzamos? Ok. Dále. Formemos una contracultura, que empieza por nosotros mismos... y Ahora.

No vayas con la multitud... vé contracorriente. Más allá del nombre del blog...

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